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Carta a redacción

Viviana Heinse nos acerca una carta escrita por Julio César Bel, que fuera publicada a principios de Marzo de 2007 en la sección llamada "Dígalo usted mismo...!" de "El Diario" de la ciudad de Paraná. El título original era "Cuando unos mueren y otros esperan" y fue publicada de manera resumida como "S.O.S. de pueblos".
Dice así:
Paraná - Entre Ríos, 28 de febrero de 2007.-

Dr. Luis P. Etchevehere:
Deseando tenga la deferencia de publicar en su prestigioso matutino un S.O.S de los pequeños pueblos de nuestra provincia, como bien mencionaba El Diario días pasados, la agonía de diecisiete pueblos (en lo personal considero que triplican esos números).
"En la lista de espera" se menciona un pueblo llamado Las Moscas, un pueblo a la vera de las vías del ferrocarril Gral. Urquiza, Dpto. Uruguay, al límite con el Dpto. Villaguay, centro de nuestra provincia.
Medio siglo atrás, en ese distrito Las Moscas, nací yo, entre ese pueblo y Urquiza o Villa San Marcial, nombre de estación el primero, y el segundo del pueblo anteriormente mencionado. Pero orgullosamente yo soy "mosquero", como nos llaman en la zona a los nacidos en ese lugar, pueblo al que visito periódicamente. Un lugar donde llegamos desde el campo, con el objetivo de buscar una mejor calidad de vida (año 1970 aprox.). El mismo nos permitía poder estar más cerca de la escuela, ver una calle iluminada (año 1971 aprox.) y algunas calles con ripio (fin 1960 aprox.) y... tener un almacén más cerca, que ya era un gran paso para nuestras vidas. Ya no caminábamos dos horas para ir a la escuela, o una de a caballo, cuando este último medio era posible. Conformábamos en el campo una vecindad compuesta por doce familias, todos pequeños productores de campo. Allí nacimos diez hermanos, casi todos mirando al sur (Buenos Aires}. En lo personal, termine mi séptimo grado, y con alegría y tristeza partí un mes de Marzo de 1972 en busca de otros objetivos, hasta llegar a la ciudad donde estaba "la solución", la esperanza, trabajo, estudio, etc. Devenires de la vida quisieron que en la década del año 1980 me instalara con peluquerías para damas que aún poseo en la ciudad de Paraná.
Sr. Director, Ud. me preguntara si quiero contarle mi vida o solamente de los que, cuando unos mueren y otros esperan...
El mencionado título de los muertos y de los vivos en espera, me refiero a un pasado no tan lejano ya que visito a mi pueblo donde vivimos mis padres y hermanos, algunos ya fallecidos; los "sobrevivientes" de aquella época todavía "próspera". Hoy señor director puedo decirle con mucha tristeza que sólo visito un pueblo de muertos y los últimos sobrevivientes que estoicamente esperan su turno.
Ya no están los doce vecinos de aquella campiña donde nací, ya no hay caminos, ya no hay trenes, ya no hay un puente para ingresar al pueblo, sólo una vieja calzada que con dos gotas de "mala muerte" aíslan al pueblo por días o por semanas. No hay centro asistencial para los necesitados, sólo queda el viejo hospital transformado en un depósito de lo que no tiene nada. No hay médicos (salvo quién pueda pagarlos). No hay una escuela secundaria. No hay trabajo. No hay calles en el pueblo, las existentes casi se encuentran tapadas por los yuyos y un gran abandono.
¿Dónde están los mil quinientos - dos mil habitantes que fuimos en un tiempo? Hoy solo habitan en ese lugar unas 300 personas (sobrevivientes de la época antes mencionada).
Pregunto cómo un pobre hoy puede trasladar un enfermo a la ciudad de Villaguay y pagar cuarenta pesos (en un medio privado) el traslado para llevarlo a otra miseria un poco mejor, al hospital Santa Rosa. Ni mencionar de un sanatorio...
Sr. Director, ¿Qué les dicen los políticos de turno a estos sobrevivientes en campañas electorales?, ¿Qué les prometen?, ¿Qué les auguran? ¿Mejor calidad de vida? ¿Bienestar? ¿Salud? ¿Trabajo para todos? ¿Seguridad? ¿Caminos? ¿Educación? ¿Igualdad social? y la mejora de todos los servicios antes mencionados son sólo caramelos de campaña.
No queremos autopista. ¡Por favor, que no nos prometan eso! Solamente aspiramos, entre otras coses, a que no se olviden de estos pueblos que fueron pioneros de una colonización (judíos, alemanes, turcos, "gringos").
Pregunto al Sr. Presidente de la Junta de Gobierno si no siente vergüenza de ver a su pueblo en el estado calamitoso en que se encuentra.
Hace escaso tiempo pasado, nuestra escuela N° 25 General José de San Martín, donde yo terminé mi séptimo grado, vivió una gran fiesta. Fiesta con esfuerzo del personal de la misma, comisión organizadora, compueblanos, ex docentes y tantas otras personas que logramos con nuestro aporte que sea posible ese gran reencuentro. Más de setecientas personas de distintos puntos del país regresaron a su pueblo natal y fue muy emotivo reencontrarnos con docentes, ex alumnos, amigos, compañeros de la infancia y con los últimos héroes "sobrevivientes" del pueblo mencionado.
¿Qué miran esos sobrevivientes? ¿Qué esperan esos sobrevivientes? Miran con gran dolor la partida de su "último muchacho". ¿Qué esperan? Que pase el tiempo; que pase el tiempo lo más rápido posible para que la "duración" no sea tan cruel y esperar valientemente el desenlace final "de nuestros muertos vivos y de los vivos que esperan su turno". En mí nombre y en el de mis compueblanos les saludamos cordialmente.

Julio César Bel
D.N.I.: 13.130.835
San Martín 1505 - Paraná

1 comentario:

mabel escribió sobre este tema...

Comparto totalmente la carta de Julio César.
Es muy real todo lo que expresa : los muertos vivos y los vivos que esperamos nuestro Turno. No sólo vemos partir a los jóvenes o como dice Julio César la partida del último muchacho...sino que también parten y partirán matrimonios y personas de mediana edad. Es muy triste... Es cierto ...tenemos mucha tranquilidad y todavía estamos con la puerta abierta...pero...siempre hay un pero. No tenemos muchos servicios o falta de Profesionales, etc. Todo lo tenemos que buscar afuera : en Villaguay, en C del Uruguay , en Paraná...
Alguna vez a alguien no le gustó por que yo dije que Las Moscas era un pueblo en vías de extinción o que parecía un pueblo fantasma. Pero lamentablemente es la realidad aunque muchos no lo quieran aceptar. Ojalá que con la llegada del asfaltado de la Ruta 20 - tan esperada- y el puente sobre el arroyo Las Moscas...cambie la vida a los pobladores.
Mabel

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